Poesía


Es una madre sola
que viene del calvario
sin encontrar una razón
con las manos vacías
y roto el corazón.

¡Lagrimas transparentes!
Descienden por su rostro de dolor
para demostrarnos tanta ternura
y sobre todo tanto amor.

Yo no aspiro a mejor cosa
tras esta noche ante ti
que veles siempre por mí
como una madre amorosa.
Que hora tan maravillosa
la que marca tu tutela,
puente, antesala y escuela
de tu reino de Esperanza
donde la gloria se alcanza

con mi fe de centinela.





Virgen de la Esperanza


Oh!! Virgen de la Esperanza,

que de inspiración me llenas,
guarda a nuestras familias
y resguárdanos de las penas.

Porque sin esperanza no hay nada,
porque con esperanza nos llenas,
desde que en mi vida te llevo,
no conozco la condena

Oh!! Virgen de la Esperanza,
Misericordiosa Señora
Oh!! Ama de la ilusión
llévanos en tu corazón.



- Francisco José Rivera Muñoz -



Excelsa Madre querida,
Crepúsculo cuajado de esperanza,
Corazón repleto de gracia,
Faro y estrella de la fragancia.


Afable Virgen sin par,
Pureza, altar y realeza,
Cándida y misericordiosa,
Que eres amor y eres prosa.


Aurora y vida nuestra,
Doncella de mirada cristalina,
Que son tus ojos primores,
Floreciendo como flores.


Salve refugio de la alborada,
Señora, de mi alma colmada,
Por la luz de vuestra intensa mirada,
La mía, hoy en la tuya anclada.


Surco, por el que deseo caminan,
Para acabar mi vida en vuestros brazos,
Y nunca más desatar los lazos,
Los que me unen a Vos, abogada nuestra.


Miguel de la Torre Padilla



Porque es tanta la hermosura
de tu cara angelical,
que ni el más bello poema
que te puedan dedicar,
tu incomparable belleza
sería capaz de glosar.


Eres la más dulce y bella
cuando luces tu manto
por las calles de Santander
cada Lunes Santo
Señora de la Esperanza.





Para ti, Madre de Dios, 
mi Virgen de la Esperanza , 
yo te regalo estas letras 
este canto de alabanza
Porque tú,siempre valiente,
 viste a tú Hijo en su dolor 
y ante tanto sufrimiento 
más grande aún fue tú amor.
 Siete espadas en tú pecho, 
tanta tristeza te alcanza
 mar de lágrimas que lloras
 mi Virgen de la Esperanza. 
Yo querría ser pañuelo
 que tú carita secara 
de esas lágrimas amargas 
y tú rostro yo limpiara 
Querría poder romper 
aquella afilada lanza 
que a ti te hizo sufrir. 
¡¡Mi Virgen dé la Esperanza!







A la Virgen de la Esperanza 

Cuando pasa por las calles 
La Virgen de la Esperanza, 
Todo Santander la bendice 

Y su Reina la proclama 





Quisiera regalarte yo, en Tu día 
“Virgencita mía de la Esperanza 
Aunque fuera una vela que alumbrara… 
Tu bella cara… como la luz del día. 

Pero estoy tan pobre, Madre mía… 
Que mi corazón se encuentra destrozado 
Cual enfermo… en tétrica agonía. 

¡Quisiera estar contigo… en Tu regazo! 
Y sostener sobre mi hombro miserable… 
La Cruz que lleva tu Hijo al paso

¡Ya llegó el día, Madre querida! 
Ya llegó el día… tan deseado… 
De que cumpliera yo la promesa 
Que tengo hecha todos los años. 

Grande es mi orgullo, Esperanza mía; 
Grande es mi orgullo. ¿Cuánto te amo! 
Porque este año, Madre querida… 
Porque este año… soy de nuevo hermano

Te seguiré… Madre del alma, 
Te seguiré… Madre, llorando; 
Para pedirte el pan de mis hijos, 
Para pedirte, me des trabajo; 
Porque este año, Madre querida… 
Porque este año… yo estoy parado. 

¡Grande es mi orgullo, Esperanza mía! 
Grande es mi orgullo. ¡Cuánto te amo! 
Porque este año. Madre querida… 
Porque este año… soy de nuevo hermano






LA ESPERANZA TIENE PENA


Yo quisiera poder, ¡Oh, Madre mía!
Cantarte en un soneto mis amores,
Decirte que mi vida la daría
Por evitarte a ti penas mayores.
Aunque tú simbolizas la alegría
Yo sé que también tienes sinsabores
Pues, sólo de pensar en su agonía,
Tu corazón, Madre, sufre horrores.
Cuando sales en todo tu esplendor
Luciendo como nadie el verde manto
Vas pensando en tu Hijo, El Redentor;
Y es tanto tu tormento y tu dolor
Que a tus divinos ojos sube el llanto
Siendo tú la Esperanza y el Amor.


María Alonso de Sola






Pues tienes eternas mieles
En tu maternal mirada,
Mi dulce faro tú eres,
Y tus ojos mi barada.
Eres: Mástil de mi vela
De los perfumes, la esencia
De dulzuras, ¡Majestad!
De mi turbulencia, calma

De mi inquietud. ¡Esperanza!

“No tendrá mayor desvelo,
Ni esperar mejor anhelo,
Que arroparse en tu manto
De Esperanza”...


Salvador Villalobos Gámez




¿Qué tienes, di, Esperanza?
¿Qué se observa en tu llorar
Y a la vez estás serena
Como las aguas del mar?

Virgencita, Esperanza,
Eres más linda que el sol,
Eres la Madre más buena
Que se entretuvo en crear Dios.
Derrama abundantes gracias
Que te piden sin cesar:
“Sobre los que quieren ser
Reflejo de tu mirar”.

Rosa Gámez Bazaga